Nació en Santiago en 1967, estudió diseño gráfico y publicidad, luego arte en la Universidad de California, más tarde se perfeccionó en talleres con artistas particulares, los que influyeron enormemente en que se dedicara por entero a la pintura; hija de familia de artistas, de una capacidad innata y de gran talento expresivo. Su pintura sorprende por la simplicidad de trazos y planos y la profundidad sensorial que despliega, mostrando siempre un estilo único y personal, y perfeccionándose con el paso del tiempo, tanto en el tratamiento del color como en la audacia para plasmarlo en la tela. Exhibe toda la fortaleza de la abstracción, potenciada por el empleo cinético del color, conformando una creación de gran dinamismo estructural. Negros y blancos, reyes y reinas, occidentales y orientales, mujeres y hombres, adultos y niños, detrás de cada uno de estos seres hay algo en común, “un rostro”...Pero detrás de cada rostro, hay un alma, una vida, una historia que contar...Una historia cargada de culturas, experiencias y emociones...Una historia reflejada a través de líneas, pinceladas, transparencias y colores. Cada rostro, no es ni una radiografía, ni una revelación exacta de lo que es. Lo que Josefa quiere es transmitirle al espectador lo que él quiera ver a su libre imaginación, introduciéndose así en cada uno de los “rostros”. Su aporte al abstracto contemporáneo se basa en la rapidez del gesto dentro de una elaboración muy meticulosa del color, de gran temperamento artístico, con un privilegiado sentido del color, el cual encontramos en esta muestra del más alto nivel, realizada especialmente para esta ocasión. Esta exposición corresponde a una serie de pinturas en óleo y técnicas mixtas de diferentes formatos.